19 de noviembre de 2009

Almacenamiento sólido

Son varias las marcas de almacenamiento digital que están apostando por el desarrollo y promoción de unidades SSD, que en un futuro no tan lejano, serán las unidades de mayor uso en los sistemas de cómputo. Y, por supuesto, que ya están en el Perú.


Cuando el usuario común busca una computadora, por lo general, se inclina por un procesador potente, mayor cantidad de memoria, gráficos excelentes y gran capacidad de almacenamiento. En cambio, para los entendidos, la gran capacidad de almacenamiento ya no es un factor preponderante, pues si bien la cantidad de espacio del disco ha aumentado, su velocidad de lectura no ha logrado incrementarse al mismo ritmo como lo vienen haciendo el resto de componentes.


Sólida aparición
La clara respuesta para lograr esta integración de velocidad la traen las nuevas unidades SSD (Solid State Drive), conocidos también como Discos de Estado Sólido, que actualmente se encuentran en equipos portátiles como notebooks y netbooks. Los SSD se perfilan también como el nuevo estándar de almacenamiento para sistemas de escritorio y hasta de servidores.

Adiós a la era mecánica
La principal característica de los discos SSD, que a diferencia del disco duro convencional que almacena la data en discos rígidos que son leídos por una aguja magnética, estos están conformados por un conjunto de chips y circuitos, muy similares a las tarjetas de memoria USB que se usan cotidianamente para transportar información. Aparte de esta gran diferencia los SSD presentan tres grandes ventajas:

Seguridad: Como lo mencionamos anteriormente, los datos son almacenados en chips de memoria flash, y al carecer de partes móviles dentro del disco, la posibilidad de fallas disminuye considerablemente, y en la misma proporción aumenta la confiabilidad del medio como dispositivo de almacenamiento.

Consumo: Estos dispositivos consumen menos energía, por lo tanto son ideales para usuarios de notebooks, ya que al bajo consumo no solo se logra mayor duración de la batería, sino se prolonga la vida útil de todo el equipo. En el caso de los servidores, al haber muchos equipos soportando múltiples transacciones, al consumir menor energía eléctrica esto se ve reflejado en el costo total de los sistemas.

Performance: La comparación más resaltante frente a los discos tradicionales recae aquí, ya que sus tasas de transferencia de datos son superadas enormemente por los SSD, puesto que al no estar almacenados en un disco rígido, donde el acceso y ubicación dependen de la velocidad de giro (RPM), el acceso a ellos es mucho más rápido.

Un aspecto que por el momento frena la rápida adopción de esta tecnología, sin que desmerezca el valor en conjunto que ofrece el producto, es la poca capacidad de almacenamiento con la que están llegando al mercado. El usuario multimedia de hoy está acostumbrado a las grandes capacidades de almacenamiento para fotos, música y videos, por lo que las capacidades inferiores a 200GB hacen que su decisión de compra hacia los SSD sea más temerosa, lo que hace prever que ambas tecnologías coexistirían por un tiempo más.

Aunque es importante anotar lo que Intel realiza en el campo de los 34 nanómetros para sus unidades SSD, lo que podría agilizar el tiempo de adopción. Un buen ejemplo de cómo no es posible calcular fechas en asuntos tecnológicos, es el caso de los reproductores MP3, que cuando salieron al mercado contaban con la “increíble” capacidad de 256 MB y a un precio bastante alto, ahora, podemos conseguir reproductores que superan las 80 GB de capacidad a precios mucho más asequibles.

Fuente: Canal TI

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